Aparición del Reloj Mecánico

Historia del reloj mecánico – Del Volante al Foliot

Para explicar la historia del reloj mecánico hay que hablar primero de los relojes de volante ya que fueron los primeros que se inventaron. Estos relojes no se podían regular manualmente, y su precisión dejaba mucho que desear. 

En un segundo tiempo, apareció el regulador de «foliot» que permitía graduar manualmente la velocidad del reloj. Este nuevo invento permitió fabricar relojes mucho más precisos (como los que aparecen en estas imágenes).

El reloj mecánico no se inventó con fines domésticos, fueron en principio relojes de torre, con un mecanismo movilizado con pesas. 


Se supone que estos primeros relojes debieron aparecer hacia el año 1300. Tan solo algunos reyes y prelados tuvieron un reloj por su propio placer o para desatender sus rezos.

Con la invención del resorte, los relojes se hicieron realmente portátiles y pudieron entrar en los conventos y monasterios. La regla del Cister ordena al lego que tenga dispuesto el «horologium» para despertar oportunamente a los monjes a maitines. La vida se rige en el monasterio a toques de campana.

Los primeros relojes fueron relojes de hierro y relojes de linterna. Constituían un bien muy preciado para las familias que podían poseerlos. Eran relojes sin caja y era el propio movimiento lo que constituía el elemento decorativo.

Historia del reloj mecánico - Ardavín Relojes Medievales Siglo XV